El taller de almendras que hemos realizado en el programa de emancipación surgió con el propósito de desarrollar las competencias prelaborales de los jóvenes y ha sido todo un éxito. Dicho taller no sólo ha cumplido los objetivos sino que ha superado nuestras expectativas, los jóvenes de emancipación han podido ser partícipes de todo el proceso de fabricación de un producto con la almendra; de la cosecha hasta la elaboración del turrón.
Entre otras cosas los jóvenes han aprendido: A cumplir con un horario, respetar a los compañeros, interiorizar normas, organizar trabajo en equipo y expresar quejas y peticiones de forma positiva.
Y vosotros os preguntaréis cómo nace este taller? Una compañera de trabajo ofreció el programa de emancipación ir a recoger algarrobas y almendras y a cambio les dio un dinero y la mitad de las almendras. A raíz de este ofrecimiento pensamos que sería una buena oportunidad para trabajar las habilidades prelaborales que son necesarios para encontrar y mantener un trabajo.
El día de la toma de almendras, fue un día duro y todos estuvieron muy trabajadores. Algunos con valentía subían a los árboles y pegaban con fuerza con los palos de madera. Otro día, con las almendras, fuimos a visitar a nuestro amigo Francisco de Esporles, un hombre mayor que tenía una máquina de más de un siglo y rompía las cáscaras de las almendras. Los jóvenes quedaron fascinados al ver el trabajo de aquella máquina. El hombre les contó la historia de aquella máquina, que había pasado de generación en generación, los cambios que se le habían ido haciendo para adaptarse a los tiempos y como era su funcionamiento.
Otro día, con las almendras rotas, se realizó el trabajo de separar la almendra de la cáscara. Este sin duda fue un momento mágico. Alejandra, la responsable del taller, con su energía positiva y vitalidad tenía la virtud de crear un ambiente cálido y relajado, que invitaba a la conversación sobre la vida, a veces superficiales y a veces más profundas. Y entre almendra y almendra siempre había espacio para reír y compartir experiencias. Alejandra, la responsable del taller de vez en cuando les hacía silbar para evitar que las almendras no acabaran en la barriga de los más glotones.
Una vez ya tuvimos las almendras separadas de la cáscara, venía el momento más complicado, la elaboración del turrón. En esta etapa, fue fundamental la colaboración de Clara quien llevó las recetas y nos enseñó a todos y todas como hacerlo. El taller de almendras ha sido posible gracias a la ilusión e implicación por parte de todo el equipo de emancipación. Y no sólo ha dado como resultado 40 riquísimos turrones artesanos, sino que ha sido una experiencia muy enriquecedora para todos ellos y ellas y ha contribuido a llenar la mochila de la vida con competencias y valores necesarios para mover bien por el mundo.
El equipo de emancipación os desea un buen comienzo de año 2015 !!!
Este taller ha finalizado con 40 riquísimos turrones artesanos que se han vendido entre el personal del GREC, Grup de Consum de Sóller y amigos de los profesionales, y el dinero recaudado se han repartido entre los jóvenes.