En estos momentos de incertidumbre y preocupación, las personas que trabajamos con colectivos vulnerables y en situación de riesgo, queremos compartir nuestro trabajo al servicio de acompañamiento hacia el empleo de población penitenciaria desplegada a raíz del estado de alarma.
Nuestro servicio trabaja ininterrumpidamente desde el año 1998, son más de veinte años de experiencia que conforman un equipo consolidado con una gran capacidad de trabajo en red y comunitaria, especializado en el mercado laboral y en continua actualización de las técnicas de orientación laboral, así como con un elevado nivel de comunicación y coordinación con la institución penitenciaria y el ámbito judicial. Esto ha facilitado que nuestra tarea de atender a las usuarias para que puedan superar los obstáculos y facilitar el proceso de inclusión social y de autonomía personal mediante una intervención integral, socioeducativa planificada y evaluada, se haya podido mantener adaptándolos a las circunstancias actuales.
El panorama que se dibujaba a principios del mes de marzo de 2020, al inicio de la temporada turística, era de una gran demanda laboral, hecho muy positivo para un colectivo con especial dificultad para encontrar trabajo debido principalmente a su escasa formación, inestable trayectoria laboral y otras dificultades asociadas como años de prisión, historia de consumo, falta de red social y necesidades básicas no cubiertas. Esta situación, que nadie sospechaba que se viera interrumpida tan bruscamente, ha golpeado a toda la población, pero especialmente a estas personas que no tienen un sólido apoyo ni grandes ahorros para poder subsistir sin trabajo ni otros ingresos.
Como el resto de programas del GREC, hemos antepuesto la salud, la responsabilidad y el cumplimiento de las normas y consejos sanitarios para cuidar nuestra salud y la de las personas usuarias de nuestro servicio.
Conscientes de las necesidades y potencialidades de cada una de las personas en seguimiento, la primera tarea consistió en elaborar y difundir un mapa / recopilación de recursos, ayudas e informaciones de primera necesidad para poder atender las demandas de urgencia que iban surgiendo. Hay que recordar que la atención individualizada, que no se ha interrumpido en ningún momento, nos permite conocer de primera mano y de forma inmediata cuáles son las necesidades que tienen las usuarias del programa, y nos ha permitido prever y desarrollar las intervenciones necesarias. De esta manera se han solicitado las Rentas Sociales Garantizadas necesarias, se han hecho las derivaciones a Servicios Sociales, tramitando las ayudas para comer y para el alquiler, así como otros trámites diversos para solicitar subsidios y prestaciones al SEPE, derivados de los despidos, ERTE y falta de trabajo (fijos discontinuos) que se iban sucediendo. Todo ello de forma telemática o presencial cuando ha sido necesario, con gran esfuerzo tanto por parte de las usuarias como por parte de los y las técnicas para superar la falta de recursos informáticos y la brecha digital, que se ha hecho más evidente que nunca en estos momentos.
Una vez desplegada y organizada la atención individual, incluyendo el apoyo y la contención ante la angustia y la preocupación que ha causado el estado de alarma y el peligro ante el contagio, el equipo ha seguido trabajando para mantener las diferentes acciones grupales que se llevan a cabo antes del confinamiento.
El grupo de alfabetización, y el de estimulación cognitiva han enviando actividades semanalmente a aquellas personas que disponían de WhatsApp o mail, revisando y corrigiendo las respuestas para mantener el nivel de motivación. El grupo de apoyo para la obtención del carné de conducir ha convertido las clases presenciales en virtuales, consiguiendo un gran nivel de participación y motivación. El grupo de búsqueda de empleo se ha articulado mediante la recogida y selección diaria de ofertas laborales para el envío de las ofertas seleccionadas según el perfil en el grupo de WhatsApp creado para tal función. De esta manera las personas en búsqueda de empleo se han podido inscribir y han continuado encontrando trabajo, contando como siempre con el apoyo de su técnica de orientación laboral de referencia.
Una tarea importante ha sido la creación de directorios de empresas que se están actualizando y revisando periódicamente para que las personas en búsqueda puedan hacer autocandidatura. Paralelamente a estas tareas, el equipo se ha organizado para revisar, desarrollar y dar forma a todos aquellos proyectos que se ofrecen habitualmente, así como redactar nuevos planteados en algún momento de reflexión, pero que por falta tiempo habían quedado en el cajón. Estas tareas se han coordinado mediante reunión semanal de equipo y supervisión individual.
Estos son los proyectos:
- Proyecto de punto de información.
- Proyecto de habilidades marentales a Unidad de Madres. "Huevos y gallinas. Creciendo juntos".
- Proyecto de alfabetización.
- Proyecto de informática.
- Proyecto de apoyo a la obtención del carné de conducir.
- Proyecto de estimulación cognitiva.
- Proyecto de ocio y tiempo libre saludable.
- Proyecto de competencia prosocial.
- Proyecto de autoconocimiento y autoestima con mujeres.
- Proyecto de atención específica a los jóvenes durante los procesos de salida de prisión.
- Proyecto para mejorar la funcionalidad de los procesos de selección ante las ofertas de empresas colaboradoras.
- Elaboración de perfiles laborales por competencias.
- Recogida de estrategias metodológicas para áreas de intervención.
- Documento-guía de los recursos asistenciales actuales.
Actualmente nuestro equipo está reflexionando y trabajando para organizar y planificar el final del estado de la alarma y poder retomar la normalidad de nuestra intervención socioeducativa lo antes posible y de una manera adaptada a la nueva realidad que nos encontraremos.
Desde nuestro Servicio estamos constatando que esta situación de confinamiento afecta especialmente a aquellas personas vulnerables que no tienen las necesidades básicas cubiertas. Y al finalizar el estado de alarma, se plantea un panorama desolador para estas personas, agravado por las consecuencias aún presentes de la crisis económica de 2008, que mantenía en la precariedad laboral a un gran número de personas. Tenemos mucho trabajo por hacer y hay que desplegar todo el abanico de recursos que garanticen la igualdad y la inclusión de los más vulnerables.