Todo empezó semanas antes del estado de alarma, los niños no entendían el porqué del nuevo funcionamiento de las sesiones de psicomotricidad, los centros abiertos, los apoyos escolares. Llegaron nuevas normas en las aulas: lavarse las manos de forma constante, taparse con el codo al toser, usar gel desinfectante ... En aquel momento, aquella rutina ya formaba parte de las sesiones, hasta que llegó el confinamiento total y los niños tuvieron que quedarse en casa.

A los niños se les explica poco sobre la situación que vivíamos, ya que ni siquiera nosotros teníamos información suficiente, tal vez recibieron alguna frase como del estilo de "si nos quedamos en casa, el virus no verá a nadie y se irá ". Debemos reconocer la lucha de nuestros niños y niñas contra la pandemia del Covid-19, se han visto privados de ir a jugar a los parques, ir a aprender en la escuela, de pasar tiempo con los amigos y amigas, de jugar en la calle ....

No sabíamos lo que vendría, pero se decidió que era necesario continuar el contacto con las familias vía telefónica, poco a poco se empezaron a realizar videollamadas y, más adelante, las videollamadas ya eran con varios niños a la vez, surgieron muchas emociones, existía la distancia física pero la emocional se había reducido.

Un objetivo que se marcó para este  tiempo era continuar con el fortalecimiento del vínculo entre los diferentes miembros de la familia, de padres y madres con hijos e hijas, para así aprovechar el tiempo que tenían que pasar juntos y prevenir situaciones perjudiciales como el mal trato a los niños y niñas o algún otro tipo de violencia familiar.

Desde el Programa CaixaProinfancia del GREC, hemos querido estar cerca de las familias, ayudando en el día a día, informando sobre las nuevas noticias de la Covid-19, orientando en las tareas escolares de los menores, proponiendo actividades y juegos y promoviendo el bienestar familiar para mejorar así la convivencia.

Las primeras semanas fueron divertidas, había pocos deberes y, a pesar de las limitaciones de las familias con el idioma, éstas se implicaron en la enseñanza de sus hijos e hijas y nosotros los acompañamos en este nuevo proceso.Las semanas fueron pasando y la situación empezó a complicarse, las familias empezaban a presentar dificultades económicas y la falta de espacio dentro de la vivienda fue agravando la situación que se vivía. Casas sin balcones ni terraza, familias de nueve integrantes viviendo en un piso de tres habitaciones, vecinos y vecinas se quejaban del ruido que hacían los niños ... todo ello agravó los problemas de conducta, a menudo empleados como forma de expresión del malestar generado por la poca libertad de movimiento.

En el caso de las familias donde los niños presentaban dificultades especiales como hiperactividad o autismo fue aún más complicado, los niños comprendían poco sobre su falta de libertad y el cambio producido en su rutina. Algunas familias vivieron situaciones complicadas, gritos e insultos de los vecinos y vecinas hacían que las madres y padres tuvieran que interrumpir el paseo de los niños, retornando a casa con tristeza e intentando comprender la situación.Como entidad y profesionales, trabajamos  en coordinación con servicios sociales para cubrir las necesidades esenciales,  entregando las ayudas extraordinarias para alimentación de CaixaProinfancia, pero también la parte emocional. Con nuestro acompañamiento mediante videollamadas tanto a familias como a niños y a través del juego, la ansiedad fue disminuyendo y familias y niños recuperaron la sonrisa.Aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer, queremos agradecer a las familias que nos abrieran las puertas de sus hogares y confiaran en nosotros, esto y su esfuerzo han permitido que todos nos sintiéramos en igualdad de condiciones, sin diferencias por motivos de raza, edad, nacionalidad, ideología o religión.

Finalmente, este camino nos ayuda a descubrir que la sala de psicomotricidad es el mundo, son las relaciones entre personas y la relación de las personas con lo que les rodea, y que los niños son grandes luchadores y luchadoras. Desde el Programa de CaixaProinfancia del GREC todos y todas las profesional seguiremos trabajando para mejorar la calidad de vida de nuestros niños y sus familias, poniendo nuestro grano de arena para construir un mundo mejor y dibujando el camino hacia la resiliencia, la resistencia frente a los contratiempos que nos pone la vida y la capacidad de reconstruirse, aprendiendo a ver las situaciones que nos toca vivir como oportunidades de desarrollo personal.