Lorena Herrero es diplomada en Trabajo Social por la UIB. Ha sido Educadora y actualmente es coordinadora del Programa de Información, Orientación i Acompañamiento para la Inserción Sociolaboral de la Población Penitenciaria del GREC des de 2002, Máster en Drogodependencias en Deusto donde participó de un estudio sobre los programas de drogodependencias en las prisiones del País Vasco a partir del discurso de los profesionales externos implicados, los equipos técnicos y las personas atendidas.
¿Cuáles son las claves para realizar una buena inserción social de un recluso?
Supongo que las mismas que para la inserción social de cualquier persona: Contemplar esa inserción de una forma integral y entender a la persona y su proceso de la misma manera, construyendo un proceso personalizado.
Se trata de acompañarle en el proceso de "vuelta" desde una relación de ayuda, un vínculo educativo, donde la persona mantiene el protagonismo y los objetivos son compartidos y adaptados a su realidad. Darle opciones para mejorar su perfil (formación, prácticas, capacitación laboral, etc.), tratar problemáticas añadidas, orientarle en el uso de recursos comunitarios, etc.
Yo creo que en el fondo, se trata de que la persona encuentre algo por lo que le valga la pena "luchar" y herramientas con las que pueda seguir luchando: objetivos realistas, opciones laborales, red social de apoyo, necesidades básicas cubiertas, orientación, confianza...
Tener la posibilidad.
¿Con que dificultades os topáis normalmente en el trabajo con los reclusos?
-La supremacía del control sobre el tratamiento en el sistema penitenciario (aunque esto ha ido mejorando, forma parte de la propia estructura penitenciaria)
-La falta de recursos de tratamiento (psicológico, social, médico...)
-Etiquetaje social negativo. El colectivo penitenciario carga con muchos prejuicios y no genera solidaridad social como otros.
-Los efectos de la prisionalización
-Falta de necesidades básicas cubiertas.
-Adicciones.
-Falta de red social, de apoyo.
-Bajo nivel formativo-laboral.
-Y de manera general a cualquier tipo de intervención social y/o laboral: La situación socioeconómica actual y concretamente del mercado laboral
¿Cómo se pueden solventar?
No se como se pueden solventar, pero sé que solventar algunas de ellas implicaría un cambio muy importante, que nos sobrepasa, empezando por la propia concepción del sistema penitenciario.
Y también se lo que desde nuestro programa (y otros programas y personas que trabajan para lograr la re-inserción social de estas personas), intentamos llevar a cabo para superarlas:
-Una atención integral a la persona desde el acompañamiento y la relación de ayuda, respetando y entendiendo el proceso de cada persona, orientando y ofreciéndole alternativas de capacitación (acciones formativas...).
-Un trabajo en red con los recursos comunitarios normalizados y específicos.
-Una relación de colaboración-mediación con la institución penitenciaria que se mantiene y mejora en el tiempo con objetivos tratamentales.
-Una acción comunitaria a pequeña escala, por ejemplo mediante la intervención con el sector empresarial o la administración pública.
¿Cómo se sitúa un educador en el proceso de reinserción de un recluso? ¿Cómo le ayuda?
En general, desde una concepción/diagnostico integral de la persona, una relación de ayuda con un educador referente y una intervención socioeducativa con un plan de trabajo compartido con la persona.
En este trabajo enseguida aprendes que quien más sabe de cómo ayudar a un recluso, a cualquier persona, es él mismo. En la medida en que sepamos verle y entenderle, conocer su realidad y acompañarle en la mejora de sus posibilidades de inserción, podremos facilitarle la consecución de sus objetivos de cambio.
Escuchando, orientando, planificando, acompañando, siendo un referente educativo, poniéndole en contacto con recursos comunitarios, ofreciéndole alternativas de capacitación (laboral, prosocial, etc), interviniendo en su entorno, reforzando cambios, etc. Y específicamente intermediando en su relación con la institución penitenciaria y penal para favorecer el avance en su proceso de reinserción.
¿Cuales son las principales contradicciones que ves en el sistema penitenciario y la sociedad a la hora de reinsertar un exrecluso?
La principal contradicción es el aislamiento social que supone un medio que, en función de su objetivo de reinserción, debería ir precisamente orientado hacia el entorno comunitario. El entorno penitenciario contradice la finalidad de reinserción: se aísla a la persona y se la inserta en un medio contrario al proceso de socialización "deseado", tal y como explica Valverde en sus libros. La persona que ingresa en prisión durante un tiempo prolongado se adapta a un nuevo contexto social con normas y valores propios. Para adaptarse la persona ha de asumir unos valores "anti-sociales" que se añaden a las dificultades que pudiera tener previamente a la entrada. Es el agravamiento de un proceso de desadaptación social desde la perspectiva comunitaria, que se relaciona en parte con lo que conocemos como efectos de la prisionalización.
El sistema penitenciario puede ser educativo en cuanto a la parada que supone y puede dar lugar a un "darse cuenta", a la obligación de enfrentarse a sus problemas... pero falla en cuanto a la respuesta que se da a esa oportunidad de cambio: se prioriza el control sobre los recursos tratamentales.
La acción de profesionales que siguen creyendo que es obligado dotar de un sentido educativo-tratamental a este sistema (ya sean de dentro o fuera) y por encima de todo, la necesidad-deseo de cambio de las personas que están en prisión y que mantienen pese a todas las dificultades que han de afrontar, consiguen que en este medio podamos vivir auténticos procesos de cambio y de re-inserción social.
¿Cuáles son las principales falsas creencias con las que te encuentras? Tanto en la comunidad como en los propios reclusos
En la comunidad:
-El etiquetaje social: la peligrosidad de los presos, la falta de valores en esta población, la falta de deseo de cambio, la intención permanente de engaño...
-La buena vida que aparentemente supone la prisión y el escaso castigo que conllevan los delitos más comunes (...)
Por parte de los presos: que todos los profesionales son "iguales", que no necesitan de nadie ni nada para cambiar, la falta de confianza en la posibilidad de recibir ayuda o ser escuchados sin ser juzgados...
¿Las drogodependencias tienen una incidencia significativa en la población penitenciaria? ¿En que grado?
En mi experiencia he visto que la mayor parte de los delitos están relacionados de una u otra forma con las drogas: ya sea por su abuso, su capacidad adictiva o por el negocio que puede suponer el tráfico en diferente escala. De hecho, cuando hice el estudio en las prisiones vascas aprendí que entre un 70 y un 80% de los delitos están relacionados con las drogas y más del 50% de los internos en España tenían problemas de abuso.
Así, las adicciones o el abuso de sustancias suelen aparecer en las memorias del Servicio en el que trabajo como una de las dificultades recurrentes que nos encontramos a la hora de poder trabajar hacia los objetivos de inserción.
Además de eso, me parece importante que el grado de incidencia no solo debe definirse por el número de afectados, sino por lo que añade su situación penitenciaria ya que, además de las consecuencias que tiene este problemática para cualquier persona, en el caso concreto de los reclusos, se añaden las limitaciones tratamentales y complicaciones que puede suponer el medio carcelario: falta de recursos, de red social, de entorno normalizado, de libertad...
¿Cómo se puede situar el trabajo socioeducativo en el tratamiento de la drogodependencia?
La drogodependencia y el abuso de sustancias, así como otras adicciones, se deben entender y tratar desde una perspectiva bio-psico-social. Si esta premisa se aplica a personas en situación de dificultad social, aun es más evidente la necesidad de una intervención socioeducativa que apoye, refuerce y trabaje educativamente y desde una perspectiva social el cambio que implica este trabamiento.
¿Hacen falta mas recursos para el tratamiento de las drogodependencias?
En Mallorca los recursos tratamentales son límitados en cuanto a diversidad y capacidad de atención. Para el tratamiento de adicciones es fundamental poder ofrecer a la persona que se plantea un cambio, un tipo de tratamiento acorde a las necesidades y características específicas de cada persona y cada proceso. No solo se trata de que haya una comunidad terapéutica, sino que el tipo de tratamiento de una comunidad a otra pueda ser desde un paradigma tratamental diferente (humanista, psicoanalítico...).
Desde un punto de vista motivacional, que él mismo pueda protagonizar la elección de dicho tratamiento es ya una ayuda para seguir adelante. De igual forma que el sentirse "atendido" durante el tratamiento ayuda a mantener esa motivación. En Mallorca, los medios para atender a los demandantes de tratamiento me parecen muy limitados (a pesar del intenso trabajo de los profesionales que trabajan en este ámbito) y los tipos y paradigma de los tratamientos también.
Sin olvidar las dificultades de atención de aquellos casos más complejos en los que se añaden problemas de salud mental (patología dual), casos de desprotección de menores, necesidades básicas no cubiertas... Generando la falta de un referente tratamental claro, intervenciones inconexas, etc.
Por lo tanto, sí que creo que hacen falta más recursos que permitan el tratamiento de las adicciones desde todas sus dimensiones (médico, psicológico y social), en todas sus peculiaridades (personalización del tratamiento) y en toda su necesidad de referente y atención (medios humanos y materiales adecuados a la demanda y a la complejidad de los casos, coordinación...). Algunos ejemplos de carencias son por ejemplo más pisos de reinserción para personas que salen de algún tipo de tratamiento como pueda ser una comunidad o un módulo terapéutico, de centros de día para preparar a las personas a un proceso de deshabituación...
¿Qué es lo que mas te gusta y lo que menos de tu trabajo?
Lo que más: las personas con las que trabajo y tener la oportunidad de facilitar una mejora en la vida de alguien
Lo que menos: la parte mas burocrática... entre otras cosas, justificar con ciertos números algo que va mucho más allá.