Hoy hablamos con Tomás, usuario del Servicio de Acompañamiento para el empleo de colectivos vulnerables, que amablemente ha accedido a contarnos su experiencia para obtener el graduado en ESO.
Este mes de enero ha sido la entrega de diplomas en un acto muy emotivo. Se puede ver en la fotografía bien satisfecho junto al jefe de Estudios del centro Marcel Martin.
Nos cuenta que comenzó a estudiar estando en el centro penitenciario de Palma en septiembre del año 2017. Una vez llegó al Centro de Inserción Sociolaboral en régimen de semilibertad, no dudó en continuar sus estudios y se matriculó en el CEPA Aurora Picornell.
Recuerda que comenzaron catorce alumnos todas ellas mujeres excepto él y que finalmente son cinco las que se han graduado. Tomás reconoce el esfuerzo extra que han tenido que hacer las compañeras para acabar los estudios y hacerlo compatible con el cuidado de los hijos y las tareas domésticas.
Reconoce que no le ha sido fácil, "cuesta mucho estudiar las materias de cuarto de ESO", nos dice, "y más si te propones obtener una buena media para poder continuar los estudios". En su caso ha logrado casi un ocho de media. Con esta nota podrá acceder directamente a un curso formativo de grado medio en mecánica que es su oficio y en el que se quisiera formar.
Estos días ha estado muy ocupado visitando la Conselleria de Educación junto con otras compañeras para informarse de las opciones a su alcance para continuar su formación.
En estos momentos, sin embargo, se plantea una búsqueda de trabajo, ya que las necesidades económicas después de un tiempo en prisión son muchas. El precio de la vivienda y otros gastos urgentes de la vida cotidiana no le permiten seguir estudiando si quiere consolidar su proceso de reinserción.
Para terminar Tomás recomienda a todas aquellas personas adultas que no han terminado los estudios, seguir estudiando y hacer el esfuerzo que ello supone, ya que obtener el graduado en ESO abre muchas puertas y mejora las posibilidades de conseguir la inserción sociolaboral. Además también haces buenas amistades, reconoce Tomás con una sonrisa en la cara.